“Apraxia”

La apraxia es una condición neurológica que afecta nuestra capacidad para realizar movimientos aprendidos, a pesar de tener la voluntad y habilidad física para hacerlo. Es importante entender que esta condición no es resultado de debilidad muscular o parálisis, sino de una interrupción en la comunicación entre el cerebro y los músculos.

El autoconocimiento es un factor clave para manejar y convivir con la apraxia. Entender nuestras limitaciones y reconocer nuestros potenciales puede empoderarnos y permitirnos vivir una vida plena a pesar de la condición.

La apraxia puede manifestarse en muchas formas, la más común es la apraxia del habla, donde la persona tiene dificultades para formar las palabras correctamente. Otras formas incluyen la apraxia ideomotora, que afecta la habilidad para realizar movimientos dirigidos a un propósito, como cepillarse los dientes o abotonarse una camisa.

Reconocer estas manifestaciones es un primer paso en el proceso de autoconocimiento. A partir de aquí, podemos comenzar a desarrollar estrategias que nos permitan llevar a cabo nuestras actividades diarias. Aquí es donde entra en juego la responsabilidad. Asumir la responsabilidad de nuestro bienestar, adaptándonos y buscando formas de superar nuestros obstáculos, es esencial.

La consciencia juega un papel importante en este proceso. Al estar conscientes de nuestras capacidades y limitaciones, podemos adaptar nuestras acciones y comportamientos. Por ejemplo, alguien con apraxia del habla puede encontrar útil utilizar gestos o comunicación escrita para expresarse.

El despliegue de potencial es otra pieza fundamental en este viaje de autoconocimiento. A pesar de los desafíos que la apraxia pueda presentar, cada individuo posee habilidades y talentos únicos. Identificar y cultivar estos talentos puede ser una fuente de empoderamiento y satisfacción.

Vivir plenamente con apraxia significa aceptar la condición, pero no dejar que nos defina. Implica reconocer nuestras capacidades, ser conscientes de nuestras limitaciones y buscar formas de superarlas. Significa vivir con responsabilidad, tomando el control de nuestra vida y buscando constantemente formas de crecer y mejorar.

Finalmente, recordemos que compartir nuestras experiencias y perspectivas puede ser una fuente de apoyo y aprendizaje mutuo. Al compartir, no solo ayudamos a otros a entender mejor la apraxia, sino que también podemos encontrar nuevas formas de enfrentar nuestros propios desafíos. En este viaje de autoconocimiento, cada experiencia compartida es una oportunidad para crecer y aprender juntos.

Si no te sientes bien recuerda que lo más importante es plantearse acudir a un profesional de la salud.

Profesionales

Profesionales especializados que te pueden acompañar

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Situaciones

Situaciones habituales que nos suceden sin darnos cuenta ¿te has encontrado alguna vez en alguna situación?

A veces intento peinarme y mis manos no me obedecen, simplemente no pueden coordinar los movimientos necesarios

Trato de cepillar mis dientes y es como si mis manos tuvieran vida propia, no logro controlarlas como quisiera

Intenté hacer un nudo en mis zapatos, pero no pude, pareciera que he olvidado cómo hacerlo

Quise cocinar una comida sencilla, pero la coordinación entre mis manos y mis ojos no es la adecuada

Me cuesta mucho trabajo vestirme, porque no puedo realizar los movimientos que antes me parecían tan sencillos

Quisiera poder escribir una carta, pero las letras no salen como yo quiero

Me es difícil utilizar los cubiertos al comer, como si mis manos olvidaran su función

No puedo desabrochar mi camisa, es frustrante no poder realizar tareas tan básicas

Me cuesta trabajo reconocer objetos comunes, siento que mi cerebro no los asocia con su función

Intenté tocar el piano como antes, pero mis dedos no responden como yo quisiera

Quise pintar un cuadro, pero mis manos no coordinan los trazos

Me es imposible peinar a mi hija, simplemente no puedo hacerlo

Traté de maquillarme, pero fue imposible

Quisiera poder armar un rompecabezas, pero mi cerebro no logra coordinar los movimientos

Me cuesta mucho trabajo bañarme, no logro controlar mis movimientos como antes

Quisiera poder jugar a las cartas, pero no puedo manipularlas correctamente

No logro realizar tareas tan sencillas como abrochar un botón

Quise hacer un collage, pero mis manos no coordinan como yo quisiera

Intenté atar un globo, pero fue imposible

Me cuesta trabajo realizar actividades tan simples como abrir una lata.

Recursos

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